El coronavirus (Covid-19) acapara prácticamente toda la información mediática al convertirse en una pandemia que preocupa a todos los ha...
De esta manera, no existe ninguna convicción que confirme a perros y gatos como portadores del coronavirus originario de Wuhan
“Con el SARS y el MERS [también causados por coronavirus] hemos tenido situaciones similares”, ha recordado Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS. “La cuestión central es si los animales están asociados con la transmisión de la enfermedad. La respuesta es no”, afirmó
En todo caso, es recomendable seguir medidas de prevención. Evitar el contacto con personas enfermas es algo esencial, así como lavarnos las manos antes de tocar a un animal de compañía o cubrirnos la boca con un pañuelo al toser o estornudar. De igual forma, al igual que sucede para eludir el contagio en humanos, resulta vital extremar la higiene en manos usando jabón o desinfectante
¿Y el caso del perro de Hong Kong?
La principal duda sobre la afectación en perros la marcó el leve positivo en Covid-19 que registró un pomeranian en Hong Kong. Las pruebas realizadas al can detectaron una baja carga viral en los hisopos nasales y orales; no obstante, los test sanguíneos arrojaron siempre un resultado negativo. Según Santana, el pensamiento de la comunidad científica es que el positivo tuvo lugar porque el animal tenía partículas del virus en su nariz y pelo, ya que su dueña estaba infectada por coronavirus.
Aún así, el perro se mantuvo en período de cuarentena durante dos semanas, tras el cual falleció una vez superó el aislamiento. Respecto a ello se pronunció la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA), quien mandó un mensaje tranquilizador pues el animal no había mostrado signos clínicos de Covid-19. Con 17 años, tenía problemas de salud no relacionados significativos, incluidos problemas cardíacos y renales.
A pesar de no habérsele practicado autopsia por expreso deseo de su dueña, se cree que falleció como consecuencia de estos problemas y la vejez, posiblemente acentuada por el estrés de la cuarentena lejos de los entornos familiares