Page Nav

HIDE

Grid

GRID_STYLE
...");});

Pages

Classic Header

{fbt_classic_header}

Header Ad

Breaking News:

latest

Adiestramiento de perros para principiantes

A todo el mundo le gusta que un perro obedezca cuando se le llama, pero la obediencia canina no es un comportamiento innato. Todo depende de...

A todo el mundo le gusta que un perro obedezca cuando se le llama, pero la obediencia canina no es un comportamiento innato. Todo depende del adiestramiento y para ello, le indicamos algunos principios básicos que deberá tener en cuenta para ponerse manos a la obra.

Al contrario que el ser humano, los perros no distinguen lo que está bien de lo que está mal sino que actúan por asociación. Si una acción tiene consecuencias agradables, la repiten. Si los resultados son desagradables,
la evitan. Por ello, el principio básico del entrenamiento de un perro es recompensar el Comportamiento que desee que se repita.

Elija la recompensa adecuada. Si el perro responde bien a la comida, ofrézcale su golosina favorita. Si reacciona positivamente a los elogios, alábele con mucho optimismo. Si le gusta que lo acaricien, hágale carantoñas. Acaríciele con énfasis en la dirección de crecimiento del pelo y si mueve la cola, va por buen camino.

El adiestramiento debe llevarse a cabo cuando el perro está muy motivado. El perro apreciará mucho los premios en forma de comida cuando tiene hambre. Los elogios y la atención los valora más cuando lleva sin verle un tiempo. Por tanto, elija el momento adecuado para enseñarle: antes de las
comidas o cuando regresa a casa.

Para disuadir una conducta negativa, retenga el premio. En general, esa actitud funciona mejor que el castigo, pero si necesita sancionarle, un “No” firme o un tirón rápido del collar debe ser suficiente.

La frecuencia es vital. Ordénele una acción, espere su respuesta y si lo hace bien, recompénsele inmediatamente. Si espera demasiado no lo asociará. La regularidad también es muy importante. Las órdenes deben ser cortas y siempre las mismas. Variar las órdenes, por ejemplo “Sienta” y “Siéntate”,
sólo le creará confusión.

Practique el adiestramiento en diferentes entornos para afianzar el aprendizaje y obséquiele con muchos elogios. Ordénele que venga, dígale “Aquí” y cuando comience a acercarse, prémiele con elogios. Cuando desobedezca, hágaselo saber. Posiblemente no entienda las palabras, pero sí
reconocerá pronto el tono de voz.

Ante todo, disfrute con las sesiones de adiestramiento. Nunca es demasiado temprano para comenzar, pero sesiones cortas de cinco a diez minutos le mantendrán motivado. Finalice cada sesión con una orden que sepa que va a obedecer, para ofrecerle un premio seguro. De esa forma, los dos se sentirán
optimistas. No espere demasiados avances en poco tiempo. Tenga paciencia y pronto verá los resultados.

Una memoria perfecta 

Para el adiestramiento básico de memoria (que venga cuando se le ordena) necesita una correa de adiestramiento de cuero (no una cadena) y la ración de comida de un día dividida en cinco o diez porciones.

Paso 1: Espere a que sea la hora normal de comer del perro. Haga que alguien le retenga con suavidad del collar. Muéstrele una porción de su comida y retroceda diez pasos. A continuación, agáchese y llámele por su nombre seguido de la orden deseada. Si la orden “Aquí” no ha funcionado anteriormente, éste es un buen momento para cambiarla, pero una vez que la haya cambiado, utilice
siempre la misma.

Mantenga su recipiente de comida extendido y llévelo hacia usted conforme se vaya acercando el perro. Sea generoso con sus elogios, ponga el recipiente en el suelo y déjele que coma. En este momento, no lo confunda con otra orden diferente como “Sienta”. Repita el ejercicio con cada porción de comida y no le ofrezca ninguna otra golosina ni nada para picar. Su comida principal es su
premio.

Paso 2: Cuando su perro ya se haya acostumbrado a ir hacia usted sin problema, pida a alguien que le ayude, muéstrele su comida y retírese hasta que esté fuera de su vista. Llámelo, pero asegúrese de que el perro se encuentra suelto en el momento en que lo llama. Practique esta orden en todos los sitios
diferentes que pueda, hasta que el ejercicio se convierta en un juego divertido para el perro.

Paso 3: Ahora es el momento de introducir el comando “Sienta”. Haga exactamente lo mismo que antes, pero cuando el perro se acerque a usted, eleve la comida por encima de su cabeza. De esta forma, mirará hacia arriba y al subir la cabeza, se sentará. Dígale lo bien que lo ha hecho y ponga
la comida en el suelo rápidamente.