(BBC Mundo) . Las cacatúas pueden resolver un problema para obtener una recompensa, pueden innovar en ese proceso, ser pacientes para cons...
Estas son las conclusiones de un experimento científico en el que las aves tenían que abrir una serie de cerraduras engranadas para obtener un premio.
Los investigadores tentaron a diez cacatúas con una caja que encerraba un sabroso bocado de anacardo, marey o castañas de cajú (fruta conocida en Perú como marañón).
Las aves sabían que podrían alcanzarlo si abrían cinco cerraduras interconectadas de mecanismos diferentes.
Una de las cacatúas, llamada Pipin, resolvió el complejo rompecabezas mecánico sin ayuda y en dos horas.
Varios de los otros pájaros completaron la tarea después de haber observado a sus compañeros.
Y otras cacatúas lo lograron cuando los investigadores les fueron presentando las cerraduras progresivamente.
El estudio, realizado por científicos de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, de la Universidad de Viena, en Austria, y del Instituto Max Planck, en Alemania, fue publicado en la revista especializada PLoS One.
APRENDIZAJE ANIMAL
Para poder llegar al anacardo las cacatúas goffini tenían que sortear una serie de “obstáculos”, que incluían retirar un gancho, quitar un tornillo, hacer girar una rueda y mover un pasador hacia un lado.
“El progreso de las aves hacia la solución no se vio afectado por el hecho de que la recompensa era muy distante”, le dijo a la BBC el profesor coautor del estudio Alex Kacelnik, del departamento de zoología de la Universidad de Oxford.
“No podemos demostrar que las aves entiendan la estructura física del problema como lo haría un adulto, pero podemos inferir de su comportamiento que tienen sensibilidad para percibir cómo unos objetos actúan sobre otros”, añadió.
Los resultados demostraron en la mayoría de los casos que una vez que una cacatúa había aprendido cómo abrir una cerradura podía repetir la acción sin ningún error.
AÚN MÁS DIFÍCIL
Los científicos pusieron aún más a prueba la capacidad cognitiva de las aves al modificar la secuencia de obstáculos: las cerraduras fueron reordenadas y lagunas retiradas o inhabilitadas.
Y comprobaron que las aves adaptaron su respuesta al rompecabezas “modificado”: trataron de abrir la nueva primera cerradura en lugar de aplicar la misma técnica que habían aprendido anteriormente.
Lo que eso revela sobre la inteligencia de las cacatúas es que “son capaces de innovar nuevas secuencias sin tener que practicar más”, dijo Kacelnik.
Las cacatúas goffini son una especie de loro de Indoneisa conocidas por su sociabilidad y por su carácter juguetón y explorador.
Según el equipo de investigadores la tendencia de estas aves a explorar su entorno mediante el contacto con los objetos las convirtió en los sujetos perfectos para este experimento.
El año pasado una de las cacatúas sorprendió al mismo equipo de investigadores al crear y utilizar espontáneamente “herramientas” para poder alcanzar comida.
Sin embargo, Kacelnik puntualiza que todo esto no quiere decir que esta especie sea particularmente inteligente.
“No se puede decir a la ligera que las cacatúas entienden el problema. Eso sólo se podría justificar si se pudieran reproducir los detalles de las respuestas de estos animales a toda una grande y nueva gama de problemas”, declaró.